Siempre que hay una Oferta Pública Inicial de una compañía importante y con penetración en la población global, la pregunta es la misma: ¿es una buena inversión para mi portafolio? Hoy te doy mi respuesta.
El domingo estuve almorzando en familia en un restaurante de la zona norte de la Provincia de Buenos Aires. Muchos de los ahí presentes disfrutamos de las finanzas personales y nos apasionamos con los mercados bursátiles, por lo que salió, irremediablemente, el tema Snapchat (SNAP) y su salida a Bolsa.
“Es una locura lo que están pagando”, me comentó mi primo que tiene una larga trayectoria en empresas tecnológicas de alto potencial.
“Sin duda”, asentí.
Resulta que Snapchat fue la última gran salida a Bolsa que motivó la euforia e irracionalidad de los inversionistas.
La acción se colocó a un precio de US$ 17, en el primer día de su debut en Bolsa, el 2 de marzo, subió un 44% y al día siguiente un 10,6% adicional. Para ese entonces, SNAP ya tenía una capitalización bursátil de casi tres veces Twitter (TWTR) y seis veces la histórica acerera estadunidense U.S. Steel (X).
Sin duda quienes apostaron a este papel en esos dos días, han hecho, quizás, el mejor trade del año. Sin embargo, esto no implica que deberían haber apostado gran parte de su dinero en este activo financiero y desafiar la gravedad.
Hacer dinero en el tiempo con las Ofertas Públicas Iniciales (OPIs) es una de las tareas más difíciles que puede encontrar un inversionista. Especialmente, porque los primeros movimientos son realmente poco representativos de lo que puede ocurrir en el futuro.
Veamos dos casos emblemáticos que son contrapuestos.
GoPro (GPRO), un golpe duro al inversionista
En 2014 las acciones de esta creciente empresa tecnológica salieron a la Bolsa deslumbrando a más de un inversor. Sin duda se trató de la operación de trading más exitosa de ese año, tras la abrupta mejora que tuvo entre agosto, septiembre y octubre.
Sin embargo, GPRO ha significado un duro golpe para aquellos inversionistas que buscaban incorporar nuevas empresas para su portafolio con una perspectiva de mediano y largo plazo.
Tras presentar sus números del balance y advertir en más de una oportunidad a los accionistas sobre sus limitadas posibilidades de expansión, la baja fue precipitada y abrupta.
El gráfico a continuación es elocuente:
Aun habiendo comprado en el momento exacto al que la acción salió a Bolsa (US$ 24), si hubieras mantenido la posición hasta hoy, estarías perdiendo mucho dinero. Más precisamente, un 65,5% de tu inversión inicial.
Este patrón de comportamiento ha ocurrido muchas veces y con empresas muy conocidas. Vale la pena recordar lo que ocurrió con Groupon (GPRN), Zynga (ZNGA) y Twitter (TWTR).
Facebook (FB), la cara opuesta
La salida a Bolsa de la red social más importante del mundo, Facebook, es la cara opuesta a este escenario. Precisamente, absolutamente todo el mundo sabía que el precio de US$ 38 al cual salieron las acciones a cotizar era extremadamente caro para el balance que mostraba la firma para ese entonces.
Es por eso, que a pocos tomó por sorpresa la estrepitosa caída que tuvo las semanas posteriores a su OPI. Ni el marketing de los colocadores ni la fama de esta empresa podían frenar la debacle.
Para los que quisieron sacar ventaja de una supuesta alza de la acción tras la salida a Bolsa, repentinamente se vieron en problemas y enfrentando cuantiosas pérdidas.
Sin embargo, para aquellos inversionistas que pensaron en Facebook como alternativa de mediano y largo plazo, la apuesta ha sido más que promisoria.
Tras algunas presentaciones de balances muy desilusionantes, FB encontró la vuelta para capitalizar su negocio, hacerlo crecer a tasas agigantadas y pagar con creces la confianza de los inversionistas de largo plazo.
Hoy Facebook es una de las acciones más interesantes de este mercado.
¿De qué lado está Snapchat?
A priori, a pesar de una muy interesante cantidad de suscriptores (SNAP tiene 158 millones de suscriptores contra los 106 millones de Linkedin y los 309 millones de Twitter), todavía no está claro cuál será la estrategia de Snapchat para capitalizar los mismos y volver a la empresa rentable.
Por este motivo, hoy veo a SNAP más como una oportunidad de trading de cortísimo plazo, como fue Twitter y GoPro en su momento, que como un activo a tener en el largo plazo, como es la situación de Facebook.
La decisión de posicionarte sobre el papel es tuya, el riesgo a correr también.
Diego Martínez Burzaco
Igdigital.com
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