Comienza una semana volátil de la Bolsa argentina, en la cuenta regresiva para un posible default el próximo 30 de julio.
Las finanzas personales en Argentina muchas veces pueden resultar complejas debido al escenario incierto que atraviesa la economía del país.
Para los analistas de Portfolio Personal, en lo local y a sólo 10 días del fin de julio, donde el país puede quedar definitivamente expuesto al default, toda la atención estará centrada en lo que suceda con los holdouts. “Básicamente, porque de encontrar una solución o no a este tema, depende también la proyección a futuro de las múltiples variables macroeconómicas y financieras relevantes para el país”, explican. “No hay dudas que las cotizaciones siguen apostando con alta probabilidad a que primara por sobre todo la racionalidad económica; es decir, una en la que el Gobierno y los demandantes –amparados por la justicia para evitar gatillar las RUFO- avancen en un acuerdo”.
Sostienen que los costos de entrar en un nuevo default son realmente muy elevados, en especial, en la coyuntura actual. La confianza de los inversores radica en el hecho de que el Gobierno tendría claros incentivos para evitar un escenario de este tipo.
Sin embargo, es real que para ello se necesita en principio de una decisión política, y es justamente sobre este punto en el que crecieron las preocupaciones recientemente. El temor de los inversores crece con el endurecido discurso respecto del tema y la falta de noticias concretas de «muestras de voluntad» cuando se acorta (y mucho) la cuenta regresiva al 30 de julio. En esta fecha, polémica mayor o menor mediante, se ingresará técnicamente en default sino se desbloquea antes el pago del cupón del Descuento legislación extranjera. Llegado a este punto, de muy corto plazo, los inversores tiene una nueva fecha para jugar con las expectativas.
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